El invierno y la salud bucodental
Muchas personas reciben las bajas temperaturas del invierno, junto con las primeras grietas en los labios, irritaciones de garganta y sensibilidad dental.
La sensibilidad dental es una problemática ligada a los cambios bruscos de temperatura en la boca, tan habituales de estas fechas. Si tienes unos dientes sensibles o tendencia a la sequedad en los labios, seguramente los conoces perfectamente.
¿Qué provoca el “frío en los dientes»?
El aire frío de la calle al respirarlo a través de la boca, puede hacer estragos. Si nuestra dentina carece del esmalte necesario para proteger al diente, seguramente aparecerá ese dolor agudo tan reconocible, en el momento más inesperado.
Consumir comidas o bebidas excesivamente calientes. Tomar el típico caldo o chocolate, que tan bien sienta cuando el frío aprieta, provoca un contraste de temperatura muy brusco y sobre unos dientes sensibles, puede provocar de nuevo dolor.
Ingerir refrescos gaseosos o bebidas acidogénicas, por ejemplo zumos de cítricos, aumentan el riesgo de hipersensibilidad dental.
Algunos consejos para que la sensibilidad dental no te amargue el invierno.
Controlar la respiración por la boca: La respiración por la boca produce un contacto directo de los dientes con el aire frío. Procura, en la medida de lo posible, respirar a través de la nariz y tápate la boca con una bufanda.
Mantener los hábitos cotidianos de higiene bucal: Recuerda cepillarte los dientes 3 veces al día, usar un pasta de dientes que mitigue la sensibilidad dental y acompáñalo con un enjuague bucal rico en flúor. Así mismo, te puede ayudar el empleo de una seda dental o cepillos específicos para los espacios interdentales.
Durante la estación invernal debemos extremar nuestra atención en el cuidado de la boca, puesto que es un momento del año en el que tienen lugar un buen número de fiestas y celebraciones (puentes, fiestas navideñas, vacaciones…). Algo que puede provocar, si no prestamos atención, que se rebaje el nivel de exigencia de una buena higiene dental. Así mismo, aumenta considerablemente el número de comidas y cenas copiosas y abundantes en grasas y azúcares, que pueden vivificar ciertas enfermedades bucodentales.
No permitas que las fiestas navideñas, las cenas, las comidas, alteren tu limpieza dental.
No dejes de acudir al dentista: No eludas las revisiones preventivas o d inmediatas, si surge alguna molestia o señal de alarma.
Evita determinados alimentos y bebidas: Debes limitar la ingesta de bebidas excesivamente frías, calientes, azucaradas o alcohólicas.
Aunque pueda parecer contradictorio, no vamos a combatir mejor el frío invernal con una alimentación más calórica. Continúa comiendo verduras, frutas pescados y legumbres, como el resto del año.
Cuida tus labios: La incidencia directa del frío de la calle o el calor de una calefacción, puede provocar un agrietamiento y sequedad en los labios más agudas y habituales de lo normal.
Recomendamos el uso de cacao o algún bálsamo hidratante que proteja tus labios ante estas situaciones.
Si aparece la sensibilidad o hipersensibilidad dental durante este invierno, te instamos a que inicies un tratamiento dental que consiga combatirla. Corres el riesgo de llegar a padecer caries en los cuellos de los dientes y enfermedades periodontales.
No permitas que unos dientes sensibles, se acaben convirtiendo en tu pesadilla de invierno.
Soy el doctor Gonzalo Riaza, Doctor en Odontología por la universidad de Barcelona. A continuación, he llevado a cabo el postgrado en cirugía Oral en el hospital Gral. Universitario Gregorio Marañón en el año 1994. Llevo dedicándome más de 25 años al campo de la Odontología Mínimamente Invasiva. Me gusta estudiar cada caso de manera personalizada ayudándome de la tecnología más avanzada para poder ofrecer el diagnóstico más preciso y un óptimo resultado.