Según datos de la Sociedad Europea de la Diabetes, el 13,8% de los españoles mayores de 18 años sufre diabetes tipo 2 (la variedad más común), lo que equivale a unos 5,3 millones de personas.
Los pacientes con esta enfermedad sufren trastornos en su metabolismo, debidos a una elevada concentración de glucosa en su sangre, provocada por la deficiente o nula producción de insulina en el páncreas.
En términos generales, las personas con diabetes mellitus tienen mayor riesgo a contraer infecciones. Esto aumenta la posibilidad de desarrollar enfermedades orales de tipo infeccioso en las encías.
¿Qué problemas bucales tienen relación con la diabetes?
Fundamentalmente las enfermedades gingivales y su etapa más severa, la periodontitis. Unos altos niveles de glucosa promueven la acción de las bacterias causantes de la enfermedad.
Con la periodontitis, los dientes se separan entre sí y se forman bolsas en los espacios libres, que se llenan de gérmenes a medida que aumentan su profundidad. Paulatinamente se va destruyendo el hueso que sujeta los dientes, por lo que pueden empezar a moverse o a soltarse.
Además, muchos pacientes diabéticos sufren xerostomía o sequedad bucal, puesto que no son capaces de generar la saliva necesaria para hidratar los tejidos blandos de la boca. Esto causa problemas al comer, hablar o tragar y alteraciones en el sentido del gusto.
Así mismo estas personas, tienen una gran propensión a las caries dentales. Un elevado nivel de glucosa en la saliva suele incrementar el número de caries, fundamentalmente en localizaciones atípicas como en los cuellos dentales de incisivos y premolares.
La diabetes mellitus puede promover la aparición de algunas dificultades en la boca del tipo de aftas, úlceras o infecciones micóticas.
Otros inconvenientes bucales asociados a la diabetes, son el incremento de tamaño, no inflamatorio, de las glándulas salivales, cierta atrofia de las papilas linguales o el síndrome de la boca candente, una quemazón que abarca toda la zona oral.
Nuestra recomendación, si eres diabético, es que lo adviertas cuanto antes al dentista, para que lo tenga en cuenta a la hora de realizar las exploraciones y pautar los tratamientos.
Soy el doctor Gonzalo Riaza, Doctor en Odontología por la universidad de Barcelona. A continuación, he llevado a cabo el postgrado en cirugía Oral en el hospital Gral. Universitario Gregorio Marañón en el año 1994. Llevo dedicándome más de 25 años al campo de la Odontología Mínimamente Invasiva. Me gusta estudiar cada caso de manera personalizada ayudándome de la tecnología más avanzada para poder ofrecer el diagnóstico más preciso y un óptimo resultado.